Un nuevo escándalo sacude a la deteriorada imagen de la Policía Nacional, luego de que el GPS de una camioneta robada en Brasil marcara como última ubicación nada menos que la oficina regional del Departamento de Investigación de Delitos, en Ciudad del Este.
El episodio ocurrió alrededor de las 18:30 del lunes. El hecho salió a la luz tras la denuncia de funcionarios de la empresa Localiza Rent a Car, propietaria del vehículo Jeep Compass Long, color negro, que había sido robado días atrás en la localidad de Paraguaçú, una zona rural del Estado de São Paulo.
Según el reporte, al detectar la ubicación en la sede policial, los representantes de la firma avisaron a agentes de la Comisaría 7ª, quienes acudieron al sitio a bordo de una patrullera. Grande fue la sorpresa cuando, al llegar, observaron cómo un hombre de contextura mediana, cabello corto, abordó la camioneta robada y huyó del lugar a alta velocidad.
Los uniformados intentaron iniciar la persecución, pero de manera insólita una patrullera del propio Dpto. de Investigación de Delitos les cerró el paso, impidiendo continuar tras la camioneta.
El incidente generó indignación y dejó en evidencia posibles complicidades internas, pero las víctimas solicitan una intervención de los altos mandos de la institución para sancionar a los involucrados
El abogado Jonathan Gómez, de la empresa afectada, radicó la denuncia correspondiente en la subcomisaría 3ra del barrio Santa Ana, dejando constancia del hecho y de la sospechosa actuación policial. Sin embargo, lo que más llama la atención es el rotundo silencio desde la división policial, que hasta el momento no emitió ninguna explicación oficial, pese a la gravedad de lo ocurrido.
El Dpto. de Investigación de Delitos, desde la llegada del comisario José Delegado como jefe, y el sub jefe llevan meses sin realizar operativos de envergadura contra el crimen organizado. Por el contrario, su gestión ha estado marcada de cuestionamientos, sumando este episodio como una nueva mancha.
No es la primera vez que agentes de esta sede regional aparecen salpicados en hechos ilegales, pero la presencia de un vehículo robado en Brasil dentro del propio predio policial, y la fuga posterior del rodado con aparente complicidad, representan uno de los casos más escandalosos de los últimos tiempos en el Este del país. La ciudadanía espera respuestas claras y sanciones ejemplares, pero mientras tanto, el episodio desnuda una vez más la profunda crisis institucional de la Policía Nacional, donde los que deberían combatir el delito terminan siendo señalados como parte de este
