En el año 2022 según los datos del Pronasida se dieron 1505 nuevos casos de VIH, de los cuales 28,57 % son mujeres. Dentro del derecho a ejercer la maternidad, las mujeres seropositivas se topan con el estigma y la discriminación que sigue vigente dentro de la sociedad y en los mismos puestos de salud, por lo cual algunas mujeres son desaprobadas por el personal médico en el momento de decidir gestar. La mayoría de mujeres y hombres con nuevos diagnósticos están en edad reproductiva, por lo cual tienen el derecho de decidir ejercer o no la maternidad/paternidad y que ese derecho sea garantizado por el Estado.
Dentro de muchos de los hospitales de la región existe los test y consejería para mujeres embarazadas además de una planificación del parto por cesárea antes de las 37 semanas, pero a la vez hay una carencia de profesionales de infectología infantil.
Otro aspecto a tener en cuenta es que a pesar de las atenciones y esfuerzos por eliminar la transmisión vertical en el 2022 se tuvo 7 casos. No podemos olvidar que, dentro del derecho a ejercer la maternidad, las mujeres seropositivas se topan con el estigma y la discriminación que sigue vigente dentro de la sociedad y en los mismos puestos de salud, por lo cual algunas mujeres seropositivas son desaprobadas por el personal médico en el momento de decidir gestar.
Victoria Peralta, integrante del Movimiento por el Derecho a la Salud María Rivarola, afirmó que la violencia obstétrica también es todo trato humillante, degradante, ofensivo y deshumanizante que vive la mujer en las etapas relacionadas con el embarazo ya se parto, puerperio y en forma cotidiana en los servicios de salud.
Además, de lo ya establecido en la ley 5777/16 de la conducta ejercida por el personal de salud o las parteras empíricas sobre el cuerpo de las mujeres y de los procesos fisiológicos o patológicos presentes durante su embarazo, y las etapas relacionadas con la gestación y el parto. Es al mismo tiempo un trato deshumanizado que viola los derechos humanos de las mujeres.
La violencia y estigma que da dentro del proceso de gestación y parto pone en riesgo la salud mental de las mujeres ya que muchas se enteran de su estado serológico estando embarazadas, un estudio realizado en Argentina indica que la imposibilidad de alcanzar el ideal de maternidad socialmente impuesto conduce a las mujeres a procesos de duelo que no encuentran espacio para ser elaborados, profundizando su sentimiento de culpa.
Además habla de la importancia de las trabajadoras o asistente sociales, en Paraguay contamos con las vinculadoras de las organizaciones sociales, una de estas organizaciones es OPUMI (Organización por un mismo ideal) que presta su servicio en varios hospitales y SAIS, el mismo personal de salud habla de importancia de ellas y su rol en el proceso de las mujeres que conocen su diagnóstico y en el momento del embarazo.
Cabe destacar que hay mucho trabajo por hacer desde la prevención, en los espacios denominados ÑANGAREKO (espacio de atención diferenciada para adolescentes de 10 a 19 años que funciona en algunos centros de salud) el personal habla de la detección tardía, muchas niñas y adolescentes llegan a las consultas con embarazos y enfermedades de transmisión sexual, además de contar con poca o nula información de una educación integral de la sexualidad.
Las políticas públicas y leyes establecidas deben cumplirse desde una perspectiva de derechos orientada a la protección de una maternidad respetada desde la gestación, el parto y post parto proveyendo medios integrales de las intervenciones tanto en la salud como en la mitigación del estigma y la discriminación.
Para lograr esto es trascendental romper con la noción individualista de la adherencia y contar con redes integrales de apoyo que puedan cubrir las necesidades físicas, sociales y psicológicas de las mujeres viéndolas más allá del rol de la maternidad (concebido desde estereotipos ideales que generan una carga psicológica extra) y de su estado serológico.
Se insta a denunciar estas violaciones a los derechos humanos hacia las personas que viven con VIH, y para ello el Centro de Consejería y Denuncias de VIH/Sida y Derechos Humanos cuenta con medios habilitados para el efecto: la línea de WhatsApp que es el 0985 649 119 o la línea gratuita habilitada desde Tigo *3535.
Al mismo tiempo, se atiende de forma confidencial en el local ubicado en México 732 casi Herrera. La ONG también cuenta con todas las redes sociales y la página web: www.denuncias-vih.org.py. El servicio es gratuito y confidencial.
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