Una nueva denuncia por secuestro y extorsión vuelve a poner en evidencia la corrupción instalada en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional, donde agentes habrían privado ilegítimamente de su libertad a un ciudadano para despojarlo de una millonaria suma de dinero. La causa fue presentada en septiembre de 2024, pero hasta hoy permanece dormida en la Unidad Penal n.º 8 del Ministerio Público de Ciudad del Este.
La víctima es Benjamín Vera Domínguez, domiciliado en el km 7 de Ciudad Nueva, quien relató haber sido interceptado el 18 de septiembre de 2024, a las 12:30, cuando se desplazaba en su camioneta Kia Sonet por el km 8½. Una Chevrolet Tracker de color plata le cerró el paso, y cuatro policías de Investigaciones —identificados como el oficial Recalde y los suboficiales Carlos Alfonso, Joel Chávez y Reiner Samaniego— lo obligaron a bajar a punta de arma, lo esposaron, le cubrieron la cabeza con una bolsa y lo llevaron a la base policial del Área 1.
Allí, según relató Vera, le plantaron un arma larga en su vehículo y lo presionaron para que confesara vínculos con el tráfico de armas en el marco del operativo internacional Dacobo. También amenazaron con extraditarlo a EE.UU. si no colaboraba. Luego, le exigieron US$ 50.000 para dejarlo libre, suma que fue finalmente negociada y reducida a G. 40 millones, dinero que Vera entregó tras realizar un préstamo y cambiar un cheque. Fue liberado ese mismo día a las 18:00.
El denunciante afirma que días después, el 25 de septiembre, prestó su camioneta a su amigo Richard Ayala, y este fue detenido por los mismos policías mientras en la vía pública. Los agentes exigieron al hombre el número de celular de su amigo. Además, le enviaron un mensaje, lo que aumentó su temor por nuevas represalias.
Este nuevo escándalo sale a la luz poco después de que cinco agentes de Investigaciones fueran detenidos por extorsionar al empresario franqueño Hugo Bogado, a quien despojaron de G. 236 millones. Aunque esos uniformados están tras las rejas, fuentes judiciales advierten que podrían recuperar su libertad en cualquier momento.
La víctima pide justicia y asegura temer por su vida, mientras la causa continúa encajonada sin avances, pese a la gravedad de los hechos denunciados.
